La guerra (in)Civil española no obtuvo bando vencedor, sólo obtuvo bandos vencidos. No puede haber ganadores en una guerra que deja un país destrozado, sin manos de hombres sanos para levantarlo, roto en dos pedazos definitivamente durante siglos (aún hoy colea en nuestra mente el recuerdo y la herencia de aquella guerra... y lo que queda) y que supuso un retroceso histórico de muchas décadas.
Hermanos contra hermanos, padres contra hijos, abuelos contra nietos, tíos contra sobrinos, primos contra primos, maridos contra mujeres... era siempre la misma sangre, de las mismas entrañas, la que acababa derramada en pueblos como Belchite, Brunete, Fayón, Talavera, ect...
No hay palabras para describir lo que pasó en Belchite... no fue la batalla más sangrienta de la contienda, ese dudoso honor le corresponde al Jarama del Ebro, pero sí que fue, junto a Guernica, la que dejó como legado el recuerdo físico de aquella barbarie más descriptivo o representativo. Por todo esto, en vez de hacer uso de mis torpes palabras os subiré fotos de Belchite y poemas que cantan su dolor y desgarro.
Pueblo viejo
de Belchite
ya no te rondan
zagales.
Ya no se oirán
las jotas que
cantaban nuestros
padres.
Versos anónimos escritos con tiza blanca en la puerta de la iglesia de San Martín (Belchite).
-o-
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